jueves, 2 de abril de 2009

Sigan a ideas, no sigan a hombres (...). Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas..."

Raúl Ricardo Alfonsín (12 de marzo de 1927 - 31 de marzo de 2009)

"Con la democracia se come, con la democracia se educa, con la democracia se cura".

"Siempre creí y así lo dije en tantas oportunidades que es la misión de los dirigentes y de los líderes plantear ideas y proyectos evitando la autoreferencialidad y el personalismo; orientar y abrir caminos, generar consensos, convocar al emprendimiento colectivo, sumar inteligencias y voluntades, asumir con responsabilidad la carga de las decisiones. Sigan a ideas, no sigan a hombres, fue y es siempre mi mensaje a los jóvenes. Los hombres pasan, las ideas quedan y se transforman en antorchas que mantienen viva a la política democrática."

"Lo que aquí se ha olvidado, por militares y civiles, para mal del país y de las propias organizaciones castrenses, es aquella regla de oro que se aplica y prevalece en todas las naciones civilizadas del mundo, cualesquiera sean su régimen político o su signo ideológico dominante, y que determina que las Fuerzas Armadas deben subordinarse a la autoridad civil institucionalmente establecida".

Si (la política) fuera solo el arte de lo posible sería el arte de la resignación"

"Reestablecimos la libertad de las personas, de la justicia, de la educación, de la cultura, de la prensa, de los sindicatos y la política. En cada una de estas reparaciones debimos enfrentar la resistencia, el encono y hasta el sabotaje no sólo de quienes le impusieron al país una concepción autoritaria, sino también de los sectores agredidos en sus privilegios por la democracia. Siempre he sostenido que llegaba más lejos la acción de todo un pueblo convencido de su obrar que el acto solitario del gobernante por genial que pareciera. Esa era la superioridad histórica de la democracia sobre el autoritarismo".

"Es indispensable crecer hacia el sur, hacia el mar y hacia el frío, porque el sur, el mar y el frío fueron la señales de la franja que abandonamos, los segmentos del perfil inconcluso que subsiste en la Argentina".

.................................................................

¿Cuál fue, entre los momentos críticos vividos en el inicio de la democracia, el peor de todos?
El que me golpeó más fue el primer levantamiento de Rico. No lo esperaba. Me golpeó mucho. Después, otro momento fue cuando perdimos las elecciones de 1987, cuando se puso todo muy difícil para gobernar.
Y cuando hoy ve a Aldo Rico actuando en la política, ¿qué piensa?
Las plantas crecen, los hombres evolucionan (ríe).
Hoy, más de una década después del final de su gobierno, ¿qué medida o actitud cree que no debería haber tomado en aquella época?
Es muy difícil responder eso. Como desaciertos, puedo haber tenido uno por día. Tal vez un grave error fue no haberme ido de cualquier forma con la capital a Viedma. Planifiqué demasiado y no supuse que el peronismo iba a cambiar de criterio. Además la prensa en general estaba muy en contra. ¡Pero tendría que haberme ido a Viedma aunque sea con una carpa! En aquel tiempo, con la venta de la embajada de Japón hacíamos todos los edificios públicos. Hubiera sido muy bueno para la Patagonia, a la que quiero mucho, y que ahora tiene su presidente.
¿Cree que, veinte años después de su recuperación, la democracia está consolidada? Yo creo que sí. Además el Ejército se ha convertido en un Ejército sanmartiniano. Las Fuerzas Armadas adquirieron un espíritu de defensa de las instituciones. Y por otra parte, aunque hubiera un acto de egoísmo por parte de ellas, ni locas estarían pensando en gobernar en esta situación.

¿Se puede no ser radical si el apellido es Alfonsín? No, imposible. Hay que ser radicales, y de Independiente... (risas). Yo no estoy de acuerdo con los que dicen "A mis hijos trato de no inculcarles nada". ¿Cómo no iba a enseñarles la doctrina, los valores, los principios?. Si estoy convencido, debo tratar que ellos tengan los mismos.

¿Cómo cree que lo recordará la historia?
No sé, eso déjelo para que lo conteste la historia. Pero nunca habrá nada de qué acusarme. Estoy con la conciencia tranquila.
Y usted mismo, ¿cómo se define?
Como un hombre que tuvo sus convicciones, sus ideales, y que fue leal a ellos. Nada más.

..........................................................................

Con errores y virtudes, siempre tuviste la intención de promover el bienestar general (tal como dice el preámbulo que tantas veces con vehemencia recitabas).
Lograste que los políticos sepan lo que es volver a caminar por la calle, junto al pueblo que los puso (de alguna manera u otra) en el lugar donde están ahora. Lograste que se vea un horizonte, un halo de luz, de esperanza. Espero que no seas el último gran ícono, el último honesto, que nos impulsa a muchos querer cambiar, y poder hablar de política... de la buena y sana política, no de la connotación de mala palabra, de bajeza, de vulgar, de viveza, que tiene lugar cotidianamente.
"La historia me juzgará..." dijo Lavalle luego de fusilar a Manuel Dorrego (otro gran personaje), y para los interesados en la historia, se lo juzgó mal. Creo que con usted, Raúl Ricardo Alfonsín, la historia le será benigna, muchos le agradecemos y admiramos su esperanza de cambio, su transparencia, la democracia (en mi caso por haber tenido la oportunidad de haber nacido en democracia, y se lo agradezco), y es una pena que no se lo hubiese valorado, comprendido y apoyado más en su momento (soportaste la deuda externa de los créditos militares, 13 paros generales de la C.G.T. peronista, 3 intentos de levantamientos militares de parte de los "carapintadas de Aldo Rico y de Seineldín, la desilusión de la gente debido la incomprensión).
Se fue un gran político, un padre de familia, un hincha de Independiente, una persona honesta, admirado y muy querido y quedó demostrado por las 70.000 personas que pudieron ir, y seguramente hubieran sido muchos más... y ahora (aunque temporariamente) estás entre otros grandes personajes como Arturo Illia y Leandro N. Alem. Me da asco la hipocresía de los que se cuelgan de tu muerte, los que hicieron casi imposible tu acción de gobierno te despiden con un "hasta siempre demócrata", es para reírse... (diría tu amigo Ernesto Sábato).
Indudablemente, intenté eludir el cliché que resulta escribir algo sobre Alfonsín en estos días, pero bueno, se ve que sucumbí ante tal cosa, aunque cueste admitirlo. Gracias Doctor.

2 comentarios:

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Hola! llego aquí de casualidad y me encuentro con un compatriota!

En este merecido homenaje a quien fuera un gran demócrata, me sumo, desde Rosario, deseando que su espíritu en pro de la defensa de los derechos humanos y ciudadanos no sucumba.


un saludo!

Marco dijo...

Suscribo el post entero.
Buenísimo!

Un saludo.