viernes, 13 de febrero de 2009

Medianoche, siendo generoso. Callao y Libertador. Estado lamentable, transpirado, cansado y encima en una zona bien (aunque a esa hora, peligrosa) con una remera gastada de Sumo que llevo religiosamente a casi todos los recitales, volvía de ver a los Cadillacs en River. El 124 no venía, lo esperé algo así como media hora y sentado en el cordón. Así que caminé de Rodríguez Peña a Callao, justo el semáforo estaba en rojo, e instintivamente tomé el primer taxi que vi.
El taxista era grandote, robusto, a simple vista había moldeado su asiento a la morfología de su cuerpo, temía que debido a mi vestimenta no me dejara subir, pero no pasó.
Con la soledad que debe sentir un taxista durante el día y más a esa hora, era de esperar que empiece a hablar…

-¿Te gusta Sumo? –me habló, con voz rasposa-
-Sí, mucho fue una las primeras bandas que escuché – contesté con mi característica timidez.
- Yo en los ochenta tuve un boliche por acá cerca, por la calle Alvear, Blues se llamaba…ahí tocaban bandas que nadie conocía, y lo conocí a Luca…Sumo venía tocar siempre ahí, todavía no habían sacado su primer disco, creo que un demo nomás…
- Ah, Corpiños en la madrugada… (veo que no asiente, y mi voz se pone temblorosa y más baja) me parece…

Suspira, como ofendido por mi irrupción, decidí simplemente que cuando vuelva a hablar asentir, casi sin acotaciones.

- Bueno en esa época, todo era difícil. Era jodido todo. Pero bueno como te decía, Luca era un ser especial, no pasaba nunca inadvertido. Mollo era calladito, nadie lo conocía ni le daba bola. Pettinato, haciendo payasadas como hasta ahora… pero eso sí nunca en la puta vida escuché una banda que sonara como Sumo, era impresionante, no había nada parecido… ¡sonaban de la puta madre!
- Me imagino, me hubiera encantado tener la posibilidad de verlos – dije ingenuamente- (aunque estuve en el día de la reunión, pero obviamente no es lo mismo)
- ¿Sabías que le grabé el primer videoclip a Sumo?
- No, ni idea…
- Sí, pero por desgracia el VHS se lo llevó mi hermano… que lo vendió por 25 mangos, ¿sabés lo que valdría ahora? que pelotudo (dejó caer su mano contra el volante, y se escuchó ese golpe seco y grave contra la goma del mismo), ¡como dejé que se lo agarre!… también venían a tocar los Cadillacs. – dijo vagamente haciendo dibujos en el aire con la mano-
- Justamente vengo de verlos. – acoté-
- Bueno, ellos venía tocando rockabilly, y querían despegarse de eso para pasarse al ska…y tenían que empezar cambiándose el nombre…
- Cadillacs 57 –dije-
- ¡Exacto! y bueno no sabían que ponerse y yo les conté sobre una historieta de una publicidad de un Fiat 600 de a finales de los 600, en el que el que el latiguillo final es “ahí va con su fabuloso Cadillac” ironizando al modesto 600.

No recuerdo bien, pero me dijo el autor de la historieta. Según el era conocido. Admito mi alto grado de ignorancia para muchas cosas.

-Me gustaría que Vicentico alguna vez lo admita en una nota. Cadillac ya lo tenían pero el “fabuloso” es mío y en las entrevistas que dio nunca me nombró.
- Que injusto – dije ya, tomándolo como un loco y riéndome por adentro.

Ya una vez, llegado a tierras almagrenses, me despedí con apretón fuerte de manos y halagos varios por escuchar buena música con mi edad. Le agradecí, le pagué y me bajé pensando en el simpático viaje, la tranquilidad de llegar a casa y en un tema de Pez en el que Minimal relata sobre “un viaje místico en taxi por la ciudad” que tuvo. Y sonará con cierta credulidad, pero creo que tuve el mío.

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